Del proyecto al producto con el Dr. Mik Kersten
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Pasar del pensamiento basado en proyectos al basado en productos es más que un cambio en la terminología: es un cambio transformador que requiere visibilidad, mejora continua y un enfoque basado en datos. En este episodio de Catalizador, Clinton charla con el Dr. Mik Kersten, el CTO de Planview y autor de Del proyecto al producto, y Keith Buehlman, Director Senior de Aceleración del Valor Empresarial en Launch by NTT DATA, sobre cómo los equipos pueden cambiar con éxito su mentalidad.
Proyectos vs. productos
En un mundo ideal, los líderes podrían solicitar un nuevo producto de TI, financiar el proyecto por 12 o 18 meses y finalizar el proyecto cuando se envíe la versión 1.0. No obstante, todos sabemos que no es así como se construyen estos productos. Imagina cómo sería el mundo si Apple se hubiera detenido después del iPhone OS 1.
La distinción entre proyectos y productos es vital, y a menudo erróneamente concebida. Los proyectos tienen una fecha de inicio y finalización, pero los productos no. Más bien, existen en un ciclo de vida continuo de evolución, mejora e iteración impulsado por los comentarios de los usuarios y la demanda del mercado. El desarrollo de productos no es solo un lanzamiento único; es un viaje de mejora continua. Con esta mentalidad, los ciclos de retroalimentación son más rápidos, la innovación es más rápida, las necesidades de los clientes están mejor representadas y los equipos administran constantemente el flujo de valor y el nivel de inversión en la distribución del flujo en lugar de planificar todo el trabajo por adelantado, terminarlo y reducir al modo de mantenimiento.
Los pilares del pensamiento centrado en el producto
Uno de los primeros pasos para adoptar una mentalidad basada en el producto es hacer que el trabajo sea visible en todo el flujo de valor, desde la ideación hasta la entrega. Pero la visibilidad clara va más allá del seguimiento de los tickets o la medición de los tiempos de implementación del código para permitir a los equipos identificar cuellos de botella, medir el flujo y tomar decisiones basadas en datos. También significa tener una visión de extremo a extremo del proceso de desarrollo, identificar dónde se agrega (o se pierde) el valor y optimizar el flujo para entregar software de manera más efectiva.
Las organizaciones que estructuran sus flujos de trabajo en torno a bucles de retroalimentación rápidos están mejor posicionadas para prosperar. Siempre existirán cuellos de botella, y eliminar uno a menudo revelará otro. La clave está en ver estos cuellos de botella no como problemas, sino como oportunidades de mejora continua. La IA de generación puede ayudar a identificar y resolver automáticamente esos cuellos de botella. Por ejemplo, Planview Copilot ayuda a identificar y actuar ante los cuellos de botella que surgen tanto aguas arriba como aguas abajo del equipo, además de automatizar esos cuellos de botella.
El flujo de extremo a extremo no negociable
Centrarse únicamente en métricas como el procesamiento de tickets o la implementación de código puede crear una falsa sensación de seguridad, y la verdadera medición debe abarcar todo el viaje desde la idea hasta la entrega. Es esencial comprender el tiempo de flujo, evaluar los flujos de valor y monitorear los resultados de los clientes. Este no es un ejercicio de una sola vez. Más bien, es una práctica continua y continua de optimizar los procesos de trabajo para garantizar una retroalimentación más rápida y una entrega de valor.
La mentalidad es una cosa, pero la acción es otra. Los líderes parecen tener el hambre necesaria de cambio, pero se ven limitados por la implementación de un modelo operativo de producto efectivo. Las organizaciones necesitan dar la pauta al contar con el tipo correcto de instrumentación, definición de flujo de valor y mejoras continuas basadas en datos. La operacionalización de las revisiones de productos como parte de sus revisiones trimestrales del negocio y la medición del flujo y los resultados es la clave para hacer la transición de un proyecto a uno dirigido por productos.
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